24 mayo, 2006

Herederos del Pecado

Si miraramos en el interior de las personas, pero en el verdadero interior, y no en ese interior de marketing donde legitiman sus miserias los herederos de la mejor campaña que tuvo su empresa.
En ese interior lo que hay es el pecado que encorsetan los herederos, y que vive en pulcro equilibrio con el exterior que entre todos maquillamos.
Yo, en mi caso, prefiero llamarlo deseo. Ese deseo atemporal por ser entes felices que escapan de la soga cubierta de sotanas que los herederos vociferan como pecados.
¿Quién peca más, o es más ruín? Un deseo es un sueño sin alas reales que en la ficción artificial de nuestras subrealidades se desatan; y como diría un ángel caído : “cometen con su amada los actos más impuros y más bonitos”.
Después vendrán los herederos con sus tenazas cortando los deseos en sus dogmáticos campos de brotes de pecado, que riegan su yermo terreno inmovil.
Allí donde la quietud del alma lleva el triunfo al cortijo de hienas que pregonan henchidas de falsa moral el amor encorsetado por su palabra tótem: pecado.
Ellos confunden hábitos con togas y báculos con martillos de juez ejecutor de amores prohibidos. Sodomizan al deseo mientras se santiguan, y vuelven la cara al ver el beso entre dos labios que emergen de curtidas barbas cultivadas por el anhelo. ¿Cómo se puede condenar el amor?, ¿Quién puede frenar el deseo?
Nadie pide ser juzgado, todos pedimos lascivamente ser deseados. Los besos si son prohibidos son más hermosos. Un abrazo, si es furtivo, siempre tendrá el regusto inmortal de lo etéreo.
Camarero, ponme otra ronda, que hoy me quiero emborrachar de esta carta de pecado… y que paguen los herederos.
Jorge Antonio Rico

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si la gente pensara como tú el mundo luciría distinto. Gracias por esta locura y no te preocupes que ya te enviaré cosas.

El grumete

Anónimo dijo...

El pecado existe, si.... pero, ¿Tal como lo conocemos? Para mi el pecado es el dolor, la hipocresia, la falsa moral etc... El calor entre cuerpos tránsfugas del sol, el anhelo, la necesidad... Son virtudes quizás comprendidas por bastante pocos... El deseo es la fuerza promotora que rompe los esquemas y aseguran la supervivencia de la integridad, del verdadero elixir de la existencia: la libertad de ser uno mismo...

Los ángeles caídos, por haber fallado, tienen más experiencia... Habrá que oirlos más a menudo....

Eres mi gran descubrimiento del año. Intentaré tratarte como tal. Besos!

Anónimo dijo...

Hola Jorge, soy fernando. Siento poner anónimo, pero no soy capaz de poner mi nombre únicamente.

No se si me recuerdas, soy un compañero del instituto de Ari y de Pablo, y nos hemos visto alguna que otra vez.

De este blog solo puedo decirte una cosa, tras leer, únicamente el e-mail presentación y el primer articulo (espectacular) he sentido esa sensación que recorre el cuerpo sin saber por qué y que a veces, según la situación, nos hace sonrojar, he sentido que se me ponía el pelo de punta. No se que me haya puesto a llorar enmorecido, jeje, pero la verdad es que me ha tocado por dentro.

Sobre el primer articulo, el que trata del pecado, tengo que decirte que me ha gustado mucho, en serio.

Mira, yo soy cristiano practicante, y la verdad es que estoy seguro de mi fe, aunque, como todos, a veces se tienen crisis.

Pero bueno, no estoy aquí para hablarte de mi. Con esto quiero decir que estoy de acuerdo contigo y, a la vez, con marta en que el pecado no es ese deseo refrenado por otros, sino el odio, el rencor, la hipocresía, la incomprensión, y un largo etc.

No quiero enrollarme ni aburrirte con mis pensamientos. Simplemente, para despedirme, decirte que yo tuve una especie de blog, pero no lo cuide y naufragó, aunque gracias a ti creo que voy a buscar fuerzas para achicar toda el agua. Me alegra mucho que me hayas invitado al blog y es un placer leerte, porque te expresas muy bien y además con unas expersiones muy ricas.

Un saludo de este humilde naufrago, saludos marinero, nos volveremos a ver, espero.