12 julio, 2007

Pito de Caña: Charlot (Antonio Trujillo)

Andaluces: Federico García Lorca

Fuente Vaqueros, España, 1898 - Víznar, id., 1936) Poeta y dramaturgo andaluz. Los primeros años de la infancia de Federico García Lorca transcurrieron en el ambiente rural de su pequeño pueblo granadino, para después ir a estudiar a un colegio de Almería.
Continuó sus estudios superiores en la Universidad de Granada: estudió filosofía y letras y se licenció en derecho. En la universidad hizo amistad con Manuel de Falla, quien ejerció una gran influencia en él, transmitiéndole su amor por el folclore y lo popular.
A partir de 1919, se instaló en Madrid, en la Residencia de Estudiantes, donde conoció a Juan Ramón Jiménez y a Machado, y trabó amistad con poetas de su generación y artistas como Buñuel o Dalí. En este ambiente, Lorca se dedicó con pasión no sólo a la poesía, sino también a la música y el dibujo, y empezó a interesarse por el teatro. Sin embargo, su primera pieza teatral, El maleficio de la mariposa, fue un fracaso.
En 1921 publicó su primera obra en verso, Libro de poemas, con la cual, a pesar de acusar las influencias románticas y modernistas, consiguió llamar la atención. Sin embargo, el reconocimiento y el éxito literario de Federico García Lorca llegó con la publicación, en 1927, de Canciones y, sobre todo, con las aplaudidas y continuadas representaciones en Madrid de Mariana Pineda, drama patriótico.
Entre 1921 y 1924, al mismo tiempo que trabajaba en Canciones, escribió una obra basada en el folclore andaluz, el Poema del cante jondo (publicado en 1931), un libro ya más unitario y madurado, con el que experimenta por primera vez lo que será un rasgo característico de su poética: la identificación con lo popular y su posterior estilización culta, y que llevó a su plena madurez con el Romancero gitano (1928), que obtuvo un éxito inmediato. En él se funden lo popular y lo culto para cantar al pueblo perseguido de los gitanos, personajes marginales marcados por un trágico destino. Formalmente, Lorca consiguió un lenguaje personal, inconfundible, que reside en la asimilación de elementos y formas populares combinados con audaces metáforas, y con una estilización propia de las formas de poesía pura con que se etiquetó a su generación.
Tras este éxito, Lorca viajó a Nueva York, ciudad en la que residió como becario durante el curso 1929-1930. Las impresiones que la ciudad imprimió en su ánimo se materializaron en Poeta en Nueva York (publicada póstumamente en 1940), un canto angustiante, con ecos de denuncia social, contra la civilización urbana y mecanizada de hoy. Las formas tradicionales y populares de sus anteriores obras dejan paso en esta otra a visiones apocalípticas, hechas de imágenes ilógicas y oníricas, que entroncan con la corriente surrealista francesa, aunque siempre dentro de la poética personal de Lorca.

De nuevo en España, en 1932 Federico García Lorca fue nombrado director de La Barraca, compañía de teatro universitario que se proponía llevar a los pueblos de Castilla el teatro clásico del Siglo de Oro. Su interés por el teatro, tanto en su vertiente creativa como de difusión, responde a una progresiva evolución hacia lo colectivo y un afán por llegar de la forma más directa posible al pueblo. Así, los últimos años de su vida los consagró al teatro, a excepción de dos libros de poesía: Diván del Tamarit, conjunto de poemas inspirados en la poesía arabigoandaluza, y el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1936), hermosa elegía dedicada a su amigo torero, donde combina el tono popular con imágenes de filiación surrealista.
Las últimas obras de Federico García Lorca son piezas teatrales. Yerma (1934) es una verdadera tragedia al modo clásico, incluido el coro de lavanderas, con su corifeo que dialoga con la protagonista comentando la acción. Parecido es el asunto en Bodas de Sangre (1933), donde un suceso real inspiró el drama de una novia que huye tras su boda con un antiguo novio (Leonardo). La huida, llena de premoniciones, en la que la propia muerte aparece como personaje, presagia un final al que se viene aludiendo desde la primera escena y en el que ambos hombres se matarán, segando así la posibilidad de continuidad de la estirpe por ambas ramas y renovando la muerte del padre del novio a manos de la familia de Leonardo. De esta manera, la pasión y la autobúsqueda concluyen con la destrucción de todo el orden establecido.
Entre toda ellas destaca La Casa de Bernarda Alba (1936), donde la pasión por la vida de la joven Adela, encerrada en su casa junto con sus hermanas a causa del luto de su padre y oprimida bajo el yugo de una madre tiránica, se rebelará sin temor a las últimas consecuencias. De esta manera, su pasión por la vida se estrellará contra el muro de incomprensión de su familia concluyendo todo con su eliminación. Junto con la figura de la protagonista, destaca la serie de retratos femeninos que realiza el autor, desde la propia Bernarda hasta la vieja criada confidente de todas (La Poncia), la hermana amargada y envidiosa (Martirio) o la abuela enloquecida que se opone a la tiranía de Bernarda.

La casa de Bernarda Alba, considerada su obra maestra, fue también la última, ya que ese mismo año, al estallar la guerra civil, fue detenido por las fuerzas franquistas y fusilado diez días más tarde, bajo acusaciones poco claras que señalaban hacia su papel de poeta, librepensador y personaje susceptible de alterar el «orden social».

La Claqueta: El Padrino (The Godfather) 1972

28 marzo, 2007

El Hotel Silken Al-Andalus acoge las “I Jornadas Europeas de Responsabilidad Social Corporativa”


Hoy se ha celebrado en Sevilla las “I Jornadas Europeas de Responsabilidad Social Corporativa”. Este encuentro, que ha contado con la participación de CCOO, UGT, CES, FEANSAL y el Ayuntamiento de Sevilla, se enmarca dentro del proyecto Iqual Ere Sevilla que pretende insertar a colectivos desfavorecidos, como mujeres, desempleados y personas de más de 45 años, en el mundo laboral.

Estas jornadas, celebradas en el Hotel Silken Al- Andalus, tienen como objetivo analizar desde el punto de vista sindical el concepto de Responsabilidad Social Corporativa. Discutir todas sus vertientes e interpretaciones teóricas y cotejar como debe ser utilizado en la práctica para favorecer el desarrollo social donde se insertan las empresas.

El acto ha contado con diversos profesionales del sector como: el concejal responsable del Área Socio-Laboral del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos; el Secretario General de CCOO Sevilla, Rafael Fernández Serra; Eduardo Román Vaca, profesor titular de Derecho del Trabajo de la Universidad de Sevilla; o Pascal Fevorette, miembro de CGT en Francia.

El evento, se desarrollará durante todo el día de hoy, en el salón Mallorca del citado hotel, y será clausurado presidente del CES José Vallés.

12 febrero, 2007

Andaluces: Fernando Quiñones

Poeta, narrador, ensayista y autor de varias obras de teatro. Ha sido una de las plumas más brillantes del panorama literario español de la segunda mitad del siglo XX. Ampliamente reconocido por escritores de la trascendencia de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Dámaso Alonso, Luis Rosales, Rafael Alberti o José Hierro, entre otros. La Universidad de Cádiz le distinguió nombrándole Doctor Honoris Causa en el año 1997.

En su obra poética se distinguen principalmente dos épocas: la primera, de corte más intimista en la que destacan obras como 'Ascanio o Libro de las Flores', 'Cercanía de la Gracia' (Accésit del premio Adonais de 1956), 'En vida' (Premio Leopoldo Panero 1963), frente a otra de más madurez, mucho más prolífica, donde el autor escribe en tercera persona, describiendo lugares y acontecimientos pretéritos, que en algunos casos se mezclan con modos de vida contemporáneos. Pertenecen a esta: 'Las crónicas de mar y tierra' (1968), 'Las crónicas de Al-Andalus' (1970), 'Circunstancias y acordes' (1970), 'Ben Jaqan' (1973), 'Las crónicas americanas' (1973), 'Memorandum' (1973), 'Las crónicas del 40' (1976), 'Las crónicas inglesas' (1980), 'Muro de las Hetairas. Fruto de afición tanta o Libro de las putas' (1981), 'Las crónicas de Hispania' (1985), 'Las crónicas de Castilla' (1989), 'Las crónicas del Yemen' (1994), 'Casa puesta en placeres o últimos pliegos de la carta a Clori con otros poemas eróticos' (1994), 'Las crónicas yugoslavas' (1997) y 'Las crónicas de Rosemont', por la que obtuvo el Premio Jaime Gil de Biedma poco antes de morir.




Se le considera como uno de los maestros en el género del relato de la generación de los 50. En 1961 gana el Premio de La Nación de Buenos Aires con los relatos que componen 'La gran temporada'. Jorge Luis Borges, miembro del jurado, a pesar de su condición antitaurina, los premiará al advertir que "el único tema que prima es la dimensión y la naturaleza del ser humano". Entre otros libros de relatos figuran: 'Cinco historias del vino' (Premio de Prosa en las XII Fiestas de la vendimia de Jerez), 'La guerra, el mar y otros excesos' (1966), 'Historias de la Argentina' (1966), 'Sexteto de amor ibérico' (1972), 'El viejo país' (1978), 'Nos han dejado solos' (1980), 'Doce relatos andaluces' (1989), 'Legionaria' (1992), 'Viento sur', 'Con el viento sur' (1996) y 'El coro a dos voces' (1997), uno de sus mejores libros según la crítica especializada





No quieras del mundo ayuda

porque él no la da, la pide

y eres tú quien debe dársela.

Perdona a todo. No puede

con todas las esperanzas

tuyas, que tú le inventaste.

Cuanto nació, lucha solo

por durar, y lo suplica

débilmente, tenazmente.

No preguntes.

Invéntales la verdad

que esperabas y que no

han podido y ya pueden

darte: tú tienes que hacerlo.


Como novelista prevalecen sus dos novelas más célebres; 'La canción del Pirata. Vida y embarques del bribón Cantueso' (finalista del Premio Planeta en 1979) y 'Las mil noches de Hortensia Romero' (finalista del Premio Planeta en 1983). La primera, ambientada en el siglo XVII, describe las aventuras de Juan Cantueso con un excelente dominio sobre la novela picaresca, histórica y de aventuras. 'Las mil noches de Hortensia Romero' es un monólogo en el que la "Horte" narra multitud de historias casi siempre divertidas. Refleja con libertad aspectos filosóficos sobre la tolerancia y el respeto a la diversidad, resalta en este sentido ciertos rasgos de la idiosincrasia del pueblo andaluz y en especial del gaditano.



Fernando Quiñones elige un lenguaje comprometido que le otorgará la imprescindible veracidad a su personaje. Por otro lado, 'La visita' (1998), no es una novela tan conocida, pero sin duda relevante. Narra un supuesto encuentro entre Marcel Proust y Clarín. Entre las de menor extensión escribió: 'El amor de Soledad Acosta' (1989), 'Encierro y fuga de San Juan de Aquitania' (Premio de Novela Café Gijón 1989) y 'Vueltas sin fecha' (Premio de Novela Breve “Juan March Cencillo” 1994). Desde 1994 hasta su muerte, Fernando Quiñones dejó acabadas dos novelas; 'Los ojos del tiempo' y 'Culpable o El ala de la sombra' (de su finalización quedó constancia en sus declaraciones al Diario de Cádiz el 27 de abril de 1997). La primera trata de las extrañas visiones de un pescador gaditano analfabeto en las que vislumbraba secuencias de los casi tres milenios de historia de la ciudad más antigua de Occidente, Cádiz. La segunda novela es una historia de intriga en la que su personaje principal no cree ni recuerda ser culpable de los delitos que se le imputan, es consciente que por donde pasa ocurren desgracias... Las correcciones de estas novelas quedaban construidas en una arquitectura manuscrita con lápices y bolígrafos a colores y fueron transcritas por la profesora de Literatura de la Universidad de Cádiz Nieves Vázquez Recio.

Como ensayista, sobresale con su libro 'De Cádiz y sus cantes', según Félix Grande “un libro imprescindible en el estudio del arte flamenco”. 'El flamenco vida y muerte' (1971) y otros títulos.

Entre sus obras de teatro destacan por orden cronológico: 'Tres piezas de horror' (1961), 'Andalucía en pie' (1980) y El grito (1983).
Fundación Fernando Quiñones ( http://www.fundacionfq.com)

02 febrero, 2007

España, La República Inmobiliaria de su Casas


América Latina


Si hubiera otra mujer que a mi me encrucijara
otra mujer que a mi por siempre me tuviera
sería una mujer como la luna llena
para que la llevara por bandera
y que jamás le viera la otra cara.
Si hubiera otra mujer asi la llamaría:
América latina de mi corazon,
y romperé a llorar
que en la pacífica y atlántica marea de sus ojos
vi a la encarnación del segundo regazo,
dos océanos por brazos...
y en su vientre, un continente que allí se descuelga del mapa
igual que si fuera el corazón sin latidos de un hombre
que aparece y que luego se esconde de verla tan guapa.
Y en los años que sufrí haciendo Carnaval
siempre de mi dudé si le debí cantar a la misma mujer
o a América na más.
Porque tal como viví, y luché y crecí con el alma en la mano
siempre escuchaba la voz de otro hijo de dios latinoamericano.
Dentro de mi corazón
siempre oi latir el son de un pueblo que era amigo y hermano.
Y aunque un inmenso charco separara nuestra repartida solidaridad
la divina marea ya se encargaría de irla acercando.
Y mira tú de que linda manera por el Uruguay.
Estoy en Cai.....Cantando

Juan Carlos Aragón

30 enero, 2007