11 diciembre, 2008

El Correo recibe el Premio Andalucía de Periodismo



El presidente de la Junta entregó ayer miércoles los Premios Andalucía de Periodismo, que han cumplido 23 años. La sección Gran Sevilla de este periódico recibió el reconocimiento de la prensa. El fotógrafo Marcelo del Pozo, el programa La Memoria, de Canal Sur Radio, un reportaje de Canal Málaga e Ideal.es completaron la lista de galardonados.

El salón de actos de la Consejería de Agricultura y Pesca fue el escenario elegido para la entrega de la XXIII edición de los Premios Andalucía de Periodismo, una ocasión que congregó a numerosos profesionales de los medios de comunicación. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, fue el encargado de dar las distinciones, acompañado del vicepresidente primero, Gaspar Zarrías, y del portavoz del Gobierno, Enrique Cervera.

Este año, en la categoría de prensa, el jurado ha reconocido el trabajo de la sección Gran Sevilla de este periódico, que nació el 8 de octubre de 2007. El jefe del Ejecutivo destacó la apuesta “novedosa” que ha hecho el decano de la prensa sevillana –“que no es sólo un periódico honorable”, como lo definió hace años el desaparecido Pepe Guzmán– para “afrontar de una manera distinta un viejo asunto periodístico: la información local”.

El director de El Correo de Andalucía, Antonio Hernández-Rodicio, –que habló en nombre de los premiados– quiso señalar que el reto de la Gran Sevilla surgió para “ayudar desde el periódico a la articulación de un nuevo territorio, de un área metropolitana emergente”, un espacio “que es nuevo y viejo a la vez y que lo construyen los ciudadanos en su día a día, siempre por delande de las Administraciones”.

El reportero gráfico de Reuters Marcelo del Pozo fue agraciado en la modalidad de fotografía por la instantánea de la viuda de Antonio Puerta, portada de numerosos periódicos. “Una imagen que recogió con inusitado dramatismo las escenas de dolor por la muerte de un joven futbolista”, resaltó Chaves. “Marcelo del Pozo nos brindó la estampa de un duelo clásico. Sin hurtar la tragedia pero sin añadir morbo innecesario”, añadió Hernández-Rodicio.

En radio, el jurado se decantó por el programa La Memoria, de Canal Sur, que dirige y presenta Rafael Guerrero y que rescata una parte de la historia andaluza. De él, el presidente de la Junta alabó el “esfuerzo riguroso, sostenido y ecuánime para recuperar la memoria de quienes fueron sepultados por la derrota y que ahora no pueden ser sepultados también por el olvido”. El portavoz de los galardonados lo definió como un “ejemplo brillante de cómo se cumple con la función social que la sociedad nos confía”. El objetivo de este espacio –continuó– “no es reabrir heridas, sino ayudar a cicatrizarlas”.

Pasado y futuro. El reconocimiento televisivo recayó en el documental Febrero de 1937: memoria de una huida, firmado por Elena de Miguel para Sur Multimedia y emitido en Canal Málaga. La producción “recoge los testimonios de aquella infame persecución de la población civil malagueña, de personas desvalidas e indefensas”, explicó Chaves. El director de El Correo elogió el “impresionante trabajo de recuperación de documentos de la época, de voces y recuerdos que duelen e indignan pero que nos reconcilian con al profesión”.

Y de la radiografía del pasado a la proyección futura del periodismo: internet. En esta categoría se ha premiado a la web del Ideal de Granada (Ideal.es) por el trabajo multimedia Lorca según Li, una “coreografía periodística de elevado nivel”, según Hernández-Rodicio. El director de El Correo y el presidente andaluz coincidieron en apuntar las oportunidades que la Red brinda a los contenidos informativos, una puerta donde se multiplica “el ingenio y la innovación”.

información extraida de www.correoandalucia.com
Texto: Mónica Ureta

12 julio, 2007

Pito de Caña: Charlot (Antonio Trujillo)

Andaluces: Federico García Lorca

Fuente Vaqueros, España, 1898 - Víznar, id., 1936) Poeta y dramaturgo andaluz. Los primeros años de la infancia de Federico García Lorca transcurrieron en el ambiente rural de su pequeño pueblo granadino, para después ir a estudiar a un colegio de Almería.
Continuó sus estudios superiores en la Universidad de Granada: estudió filosofía y letras y se licenció en derecho. En la universidad hizo amistad con Manuel de Falla, quien ejerció una gran influencia en él, transmitiéndole su amor por el folclore y lo popular.
A partir de 1919, se instaló en Madrid, en la Residencia de Estudiantes, donde conoció a Juan Ramón Jiménez y a Machado, y trabó amistad con poetas de su generación y artistas como Buñuel o Dalí. En este ambiente, Lorca se dedicó con pasión no sólo a la poesía, sino también a la música y el dibujo, y empezó a interesarse por el teatro. Sin embargo, su primera pieza teatral, El maleficio de la mariposa, fue un fracaso.
En 1921 publicó su primera obra en verso, Libro de poemas, con la cual, a pesar de acusar las influencias románticas y modernistas, consiguió llamar la atención. Sin embargo, el reconocimiento y el éxito literario de Federico García Lorca llegó con la publicación, en 1927, de Canciones y, sobre todo, con las aplaudidas y continuadas representaciones en Madrid de Mariana Pineda, drama patriótico.
Entre 1921 y 1924, al mismo tiempo que trabajaba en Canciones, escribió una obra basada en el folclore andaluz, el Poema del cante jondo (publicado en 1931), un libro ya más unitario y madurado, con el que experimenta por primera vez lo que será un rasgo característico de su poética: la identificación con lo popular y su posterior estilización culta, y que llevó a su plena madurez con el Romancero gitano (1928), que obtuvo un éxito inmediato. En él se funden lo popular y lo culto para cantar al pueblo perseguido de los gitanos, personajes marginales marcados por un trágico destino. Formalmente, Lorca consiguió un lenguaje personal, inconfundible, que reside en la asimilación de elementos y formas populares combinados con audaces metáforas, y con una estilización propia de las formas de poesía pura con que se etiquetó a su generación.
Tras este éxito, Lorca viajó a Nueva York, ciudad en la que residió como becario durante el curso 1929-1930. Las impresiones que la ciudad imprimió en su ánimo se materializaron en Poeta en Nueva York (publicada póstumamente en 1940), un canto angustiante, con ecos de denuncia social, contra la civilización urbana y mecanizada de hoy. Las formas tradicionales y populares de sus anteriores obras dejan paso en esta otra a visiones apocalípticas, hechas de imágenes ilógicas y oníricas, que entroncan con la corriente surrealista francesa, aunque siempre dentro de la poética personal de Lorca.

De nuevo en España, en 1932 Federico García Lorca fue nombrado director de La Barraca, compañía de teatro universitario que se proponía llevar a los pueblos de Castilla el teatro clásico del Siglo de Oro. Su interés por el teatro, tanto en su vertiente creativa como de difusión, responde a una progresiva evolución hacia lo colectivo y un afán por llegar de la forma más directa posible al pueblo. Así, los últimos años de su vida los consagró al teatro, a excepción de dos libros de poesía: Diván del Tamarit, conjunto de poemas inspirados en la poesía arabigoandaluza, y el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1936), hermosa elegía dedicada a su amigo torero, donde combina el tono popular con imágenes de filiación surrealista.
Las últimas obras de Federico García Lorca son piezas teatrales. Yerma (1934) es una verdadera tragedia al modo clásico, incluido el coro de lavanderas, con su corifeo que dialoga con la protagonista comentando la acción. Parecido es el asunto en Bodas de Sangre (1933), donde un suceso real inspiró el drama de una novia que huye tras su boda con un antiguo novio (Leonardo). La huida, llena de premoniciones, en la que la propia muerte aparece como personaje, presagia un final al que se viene aludiendo desde la primera escena y en el que ambos hombres se matarán, segando así la posibilidad de continuidad de la estirpe por ambas ramas y renovando la muerte del padre del novio a manos de la familia de Leonardo. De esta manera, la pasión y la autobúsqueda concluyen con la destrucción de todo el orden establecido.
Entre toda ellas destaca La Casa de Bernarda Alba (1936), donde la pasión por la vida de la joven Adela, encerrada en su casa junto con sus hermanas a causa del luto de su padre y oprimida bajo el yugo de una madre tiránica, se rebelará sin temor a las últimas consecuencias. De esta manera, su pasión por la vida se estrellará contra el muro de incomprensión de su familia concluyendo todo con su eliminación. Junto con la figura de la protagonista, destaca la serie de retratos femeninos que realiza el autor, desde la propia Bernarda hasta la vieja criada confidente de todas (La Poncia), la hermana amargada y envidiosa (Martirio) o la abuela enloquecida que se opone a la tiranía de Bernarda.

La casa de Bernarda Alba, considerada su obra maestra, fue también la última, ya que ese mismo año, al estallar la guerra civil, fue detenido por las fuerzas franquistas y fusilado diez días más tarde, bajo acusaciones poco claras que señalaban hacia su papel de poeta, librepensador y personaje susceptible de alterar el «orden social».

La Claqueta: El Padrino (The Godfather) 1972

28 marzo, 2007

El Hotel Silken Al-Andalus acoge las “I Jornadas Europeas de Responsabilidad Social Corporativa”


Hoy se ha celebrado en Sevilla las “I Jornadas Europeas de Responsabilidad Social Corporativa”. Este encuentro, que ha contado con la participación de CCOO, UGT, CES, FEANSAL y el Ayuntamiento de Sevilla, se enmarca dentro del proyecto Iqual Ere Sevilla que pretende insertar a colectivos desfavorecidos, como mujeres, desempleados y personas de más de 45 años, en el mundo laboral.

Estas jornadas, celebradas en el Hotel Silken Al- Andalus, tienen como objetivo analizar desde el punto de vista sindical el concepto de Responsabilidad Social Corporativa. Discutir todas sus vertientes e interpretaciones teóricas y cotejar como debe ser utilizado en la práctica para favorecer el desarrollo social donde se insertan las empresas.

El acto ha contado con diversos profesionales del sector como: el concejal responsable del Área Socio-Laboral del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos; el Secretario General de CCOO Sevilla, Rafael Fernández Serra; Eduardo Román Vaca, profesor titular de Derecho del Trabajo de la Universidad de Sevilla; o Pascal Fevorette, miembro de CGT en Francia.

El evento, se desarrollará durante todo el día de hoy, en el salón Mallorca del citado hotel, y será clausurado presidente del CES José Vallés.

12 febrero, 2007

Andaluces: Fernando Quiñones

Poeta, narrador, ensayista y autor de varias obras de teatro. Ha sido una de las plumas más brillantes del panorama literario español de la segunda mitad del siglo XX. Ampliamente reconocido por escritores de la trascendencia de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Dámaso Alonso, Luis Rosales, Rafael Alberti o José Hierro, entre otros. La Universidad de Cádiz le distinguió nombrándole Doctor Honoris Causa en el año 1997.

En su obra poética se distinguen principalmente dos épocas: la primera, de corte más intimista en la que destacan obras como 'Ascanio o Libro de las Flores', 'Cercanía de la Gracia' (Accésit del premio Adonais de 1956), 'En vida' (Premio Leopoldo Panero 1963), frente a otra de más madurez, mucho más prolífica, donde el autor escribe en tercera persona, describiendo lugares y acontecimientos pretéritos, que en algunos casos se mezclan con modos de vida contemporáneos. Pertenecen a esta: 'Las crónicas de mar y tierra' (1968), 'Las crónicas de Al-Andalus' (1970), 'Circunstancias y acordes' (1970), 'Ben Jaqan' (1973), 'Las crónicas americanas' (1973), 'Memorandum' (1973), 'Las crónicas del 40' (1976), 'Las crónicas inglesas' (1980), 'Muro de las Hetairas. Fruto de afición tanta o Libro de las putas' (1981), 'Las crónicas de Hispania' (1985), 'Las crónicas de Castilla' (1989), 'Las crónicas del Yemen' (1994), 'Casa puesta en placeres o últimos pliegos de la carta a Clori con otros poemas eróticos' (1994), 'Las crónicas yugoslavas' (1997) y 'Las crónicas de Rosemont', por la que obtuvo el Premio Jaime Gil de Biedma poco antes de morir.




Se le considera como uno de los maestros en el género del relato de la generación de los 50. En 1961 gana el Premio de La Nación de Buenos Aires con los relatos que componen 'La gran temporada'. Jorge Luis Borges, miembro del jurado, a pesar de su condición antitaurina, los premiará al advertir que "el único tema que prima es la dimensión y la naturaleza del ser humano". Entre otros libros de relatos figuran: 'Cinco historias del vino' (Premio de Prosa en las XII Fiestas de la vendimia de Jerez), 'La guerra, el mar y otros excesos' (1966), 'Historias de la Argentina' (1966), 'Sexteto de amor ibérico' (1972), 'El viejo país' (1978), 'Nos han dejado solos' (1980), 'Doce relatos andaluces' (1989), 'Legionaria' (1992), 'Viento sur', 'Con el viento sur' (1996) y 'El coro a dos voces' (1997), uno de sus mejores libros según la crítica especializada





No quieras del mundo ayuda

porque él no la da, la pide

y eres tú quien debe dársela.

Perdona a todo. No puede

con todas las esperanzas

tuyas, que tú le inventaste.

Cuanto nació, lucha solo

por durar, y lo suplica

débilmente, tenazmente.

No preguntes.

Invéntales la verdad

que esperabas y que no

han podido y ya pueden

darte: tú tienes que hacerlo.


Como novelista prevalecen sus dos novelas más célebres; 'La canción del Pirata. Vida y embarques del bribón Cantueso' (finalista del Premio Planeta en 1979) y 'Las mil noches de Hortensia Romero' (finalista del Premio Planeta en 1983). La primera, ambientada en el siglo XVII, describe las aventuras de Juan Cantueso con un excelente dominio sobre la novela picaresca, histórica y de aventuras. 'Las mil noches de Hortensia Romero' es un monólogo en el que la "Horte" narra multitud de historias casi siempre divertidas. Refleja con libertad aspectos filosóficos sobre la tolerancia y el respeto a la diversidad, resalta en este sentido ciertos rasgos de la idiosincrasia del pueblo andaluz y en especial del gaditano.



Fernando Quiñones elige un lenguaje comprometido que le otorgará la imprescindible veracidad a su personaje. Por otro lado, 'La visita' (1998), no es una novela tan conocida, pero sin duda relevante. Narra un supuesto encuentro entre Marcel Proust y Clarín. Entre las de menor extensión escribió: 'El amor de Soledad Acosta' (1989), 'Encierro y fuga de San Juan de Aquitania' (Premio de Novela Café Gijón 1989) y 'Vueltas sin fecha' (Premio de Novela Breve “Juan March Cencillo” 1994). Desde 1994 hasta su muerte, Fernando Quiñones dejó acabadas dos novelas; 'Los ojos del tiempo' y 'Culpable o El ala de la sombra' (de su finalización quedó constancia en sus declaraciones al Diario de Cádiz el 27 de abril de 1997). La primera trata de las extrañas visiones de un pescador gaditano analfabeto en las que vislumbraba secuencias de los casi tres milenios de historia de la ciudad más antigua de Occidente, Cádiz. La segunda novela es una historia de intriga en la que su personaje principal no cree ni recuerda ser culpable de los delitos que se le imputan, es consciente que por donde pasa ocurren desgracias... Las correcciones de estas novelas quedaban construidas en una arquitectura manuscrita con lápices y bolígrafos a colores y fueron transcritas por la profesora de Literatura de la Universidad de Cádiz Nieves Vázquez Recio.

Como ensayista, sobresale con su libro 'De Cádiz y sus cantes', según Félix Grande “un libro imprescindible en el estudio del arte flamenco”. 'El flamenco vida y muerte' (1971) y otros títulos.

Entre sus obras de teatro destacan por orden cronológico: 'Tres piezas de horror' (1961), 'Andalucía en pie' (1980) y El grito (1983).
Fundación Fernando Quiñones ( http://www.fundacionfq.com)

02 febrero, 2007

España, La República Inmobiliaria de su Casas


América Latina


Si hubiera otra mujer que a mi me encrucijara
otra mujer que a mi por siempre me tuviera
sería una mujer como la luna llena
para que la llevara por bandera
y que jamás le viera la otra cara.
Si hubiera otra mujer asi la llamaría:
América latina de mi corazon,
y romperé a llorar
que en la pacífica y atlántica marea de sus ojos
vi a la encarnación del segundo regazo,
dos océanos por brazos...
y en su vientre, un continente que allí se descuelga del mapa
igual que si fuera el corazón sin latidos de un hombre
que aparece y que luego se esconde de verla tan guapa.
Y en los años que sufrí haciendo Carnaval
siempre de mi dudé si le debí cantar a la misma mujer
o a América na más.
Porque tal como viví, y luché y crecí con el alma en la mano
siempre escuchaba la voz de otro hijo de dios latinoamericano.
Dentro de mi corazón
siempre oi latir el son de un pueblo que era amigo y hermano.
Y aunque un inmenso charco separara nuestra repartida solidaridad
la divina marea ya se encargaría de irla acercando.
Y mira tú de que linda manera por el Uruguay.
Estoy en Cai.....Cantando

Juan Carlos Aragón

30 enero, 2007

24 julio, 2006

Andaluces: Fermín Salvochea


Fermín Salvochea y Álvarez, figura fundamental en el anarquismo andaluz, maestro de varias generaciones, nace en Cádiz el 1 de marzo de 1842, en la Plaza de las Viudas nº 32, 1º (hoy Fernando García de Arboleya), hijo único del matrimonio formado por Fermín Salvochea Terry y María del Pilar Álvarez.

De su infancia se tienen pocos datos. A los 15 años, sus padres le envían a estudiar comercio e idiomas en Inglaterra, donde pasa cinco años, en Londres y Liverpool. Su estancia en este país le sirvió para formarse, contactando con los círculos intelectuales radicales, progresistas y humanistas, y rechazando las teorías de los economicistas clásicos: Adam Smith, Thomas R. Malthus o David Ricardo.

Regresa a Cádiz a la edad de 21 años, dotado de una cultura poco común a su edad, y como el mismo manifestó, convencido internacionalista, ateo y comunista libertario. En su libro sobre Salvochea, cuenta Pedro Vallina que al llegar a Cádiz, tenía aspecto de inglés por su tipo alto y calmo, enjuto y grave. Poco a poco va elaborando sus teorías, hasta llevarlas a la práctica a partir de 1868.

Participa activamente en el levantamiento de Cádiz durante la Revolución de septiembre de 1868, desde posturas democráticas y republicano-federales. En el mes de diciembre, defiende la Revolución desde las barricadas montadas por una fuerza de voluntarios de la libertad. Aplastado el movimiento insurreccional, Salvochea es detenido, y se declara el único responsable del levantamiento de la ciudad; es encarcelado en el castillo de Santa Catalina.

En las elecciones a Cortes de enero de 1869, los monárquicos consiguen la mayoría, pero ciudades importantes como Barcelona, Málaga, Sevilla, Valencia o Cádiz dieron el triunfo a los republicanos. Salvochea, que se encontraba en la cárcel, es elegido diputado a Cortes, pero el gobierno nacido de la Revolución de septiembre no reconoció la elección, aunque en febrero de 1869, el gobierno concedió una amnistía a los presos políticos, por medio de la cual pudo Salvochea recuperar la libertad.

En octubre de ese mismo año estalla la insurrección federal en Cataluña, Aragón y Andalucía por la república. Salvochea, el héroe de las jornadas de septiembre, se pone al frente de una milicia de mil hombres, que recorre la provincia de Cádiz, tomando Alcalá de los Gazules. Por toda la provincia circuló un llamamiento de Salvochea, que se convirtió en bando, fijado en las paredes:


Envuelto en las aclamaciones de
Paso a la verdadera revolución.
Paso a los derechos del hombre.
Abajo los tiranos,
Viva la República Federal.
Os envía un abrazo vuestro hermano,

Fermín Salvochea.


Sofocada la revuelta por los monárquicos, Salvochea se refugia en Gibraltar, Londres y París. A principios del año 1873, y gracias a una amnistía, regresa a España, para convertirse a los pocos días en alcalde de Cádiz, a los 31 años de edad, el 22 de marzo de 1873, y una vez proclamada la I República en el país. Siendo alcalde de Cádiz, entre otras medidas, implantó la jornada laboral de 8 horas.

En el mes de julio, encabeza la proclamación cantonal en Cádiz, desde la presidencia del Comité de Salud Pública de la provincia.

Con la llegada de las tropas del general Pavía, y el final de la experiencia cantonalista, en agosto, Salvochea se entrega y se declara único responsable, aunque al igual que en la revolución de 1868 tiene ocasión para escapar.

La condena en consejo de guerra, de 13 años (1874-1885), la cumplirá entre el peñón de La Gomera y Ceuta. En 1883, el ayuntamiento de Cádiz consiguió un indulto para Salvochea, pero al serle leído se negó a firmarlo y lo rompió, negándose a recobrar la libertad como favor y no como reparación de justicia. Finalmente pudo fugarse, pasando al exilio en Marruecos, Portugal y Argelia, hasta que, una vez muerto Alfonso XII, se concedió una amnistía general, que aprovechó para regresar a Cádiz, donde, una vez más, es recibido por multitud de gente que lo vitorea. En Cádiz, funda el periódico El Socialismo, que se publicó hasta 1891.

Impulsa las manifestaciones del 1 de mayo, donde en 1890-91, y pese a la represión policial, se reúnen 6.000 personas, a los gritos de "abajo la burguesía" y "viva el anarquismo". Salvochea es encarcelado de nuevo, y su periódico, clausurado.

Con el pretexto de los sucesos de "La Mano Negra" (1880-1883), son perseguidas las organizaciones de trabajadores, sumándose en la provincia de Cádiz 5.000 detenidos. En 1892 hubo varios levantamientos anarquistas en localidades como Jerez, Arcos, Lebrija o Ubrique, de los que se acusa, una vez más, a Fermín Salvochea, José Sánchez Rosa o Manuel Díaz Caballero. Condenados a muerte, se les conmuta ésta más tarde; la alternativa para Salvochea es una condena a 12 años de prisión. La mayoría de los detenidos fueron condenados a cadena perpetua, y a cuatro trabajadores se les aplicó el garrote vil. Salvochea es destinado a los presidios de Burgos y Valladolid, en el que intensa suicidarse.

En 1899 obtiene la libertad, para regresar de nuevo a Cádiz, y marchar a Madrid en 1900, a los 58 años, en compañía de Pedro Vallina. Allí traduce algunos libros, y trabaja en diarios como El Liberal, El Heraldo o El País.

Con motivo de la coronación de Alfonso XIII en 1902, es detenido junto con otros anarquistas, acusado de tener planeado lanzar unos explosivos cuando el rey llegase al Congreso. Posteriormente, se comprobó que era una jugada de la policía, y fueron puestos en libertad.

A principios de 1907, Salvochea regresó a Cádiz, instalándose en la Plaza de Argüelles (Plaza de las Nieves). Vivió pobremente, como era su costumbre, hasta que debido a una lesión de columna, fallece el 27 de septiembre en Cádiz.

Su muerte fue muy sentida por el pueblo de Cádiz, y a su entierro acudieron unas 50.000 personas.

En su tumba nunca ha faltado un ramo de flores, que se renuevan diariamente.




Sería muy prolijo detallar la numerosa bibliografía que aborda la biografía de este personaje. Pero podemos citar tres libros, en concreto, que recomendamos, y de los que hemos sacado las notas que aquí os ofrecemos:

Moreno Aparicio, Ignacio. Aproximación histórica a Fermín Salvochea. San Fernando: Diputación Provincial de Cádiz, 1982.

Maurice, Jacques. El anarquismo andaluz. Campesinos y sindicalistas, 1868-1936. Barcelona: Crítica, 1990.

Vallina, Pedro. Crónica de un revolucionario. Con trazos de la vida de Fermín Salvochea. París: Solidaridad Obrera, 1958.

Puelles, Fernando de. Fermín Salvochea. República y anarquismo.

Independiente de sus colaboraciones periodísticas, podemos destacar las siguientes publicaciones de Salvochea: La contribución de la sangre; la traducción de Campos, fábricas y talleres, y Memorias de un revolucionario, de Pedro Kropotkin; y El paraíso perdido, de Milton.

El escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez, en su obra La Bodega, aparecida en 1905, retrata a Salvochea en su conocido personaje Fernando Salvatierra.

http://www.cgt.es/spcgta/BIOGRAFIAS4.htm

Andalucía es de cine: Cádiz I (Vídeo)

Reflejos de amor



MJ Guzmán

Bola de Dragón (Vídeo)

Cuentagotas


Se ha cerrado la caja de Pandora, puse todo el empeño por sellarla y mantener la máxima cordura posible mientras que los vientos desprendidos azotaban, los resultados están sobre la mesa y mis quinielas absolutamente acertadas.
Días antes mi teléfono móvil comenzó a sonar mientras mis ojos contemplaban extasiada el crucificado de Van Dyck, qué misterioso es el arte que conmueve incluso a los escépticos como yo, que te hace recorrer un cosquilleo en el estómago al ver al semidios de los cristianos sacrificándose por la humanidad, y aunque a mi se me antoja ficción de tiempos lejanos, el arte hace que sientas, sufras y te compadezcas como uno de sus más fervorosos seguidores, de sus más fieles creyentes...fidelidad...y sonó el teléfono. Salí corriendo de la sala entre murmullos que se quejaban de mi hortera melodía, vi en la pantalla que era mi profesor jesús, no pude menos que sonreir.
Hablé con él durante media hora, hablamos sobre mi estado de ánimo, sobre la oposición, la suerte, y la esperanza...al colgar, mi madre y Álvaro, mi hermana y Mario ya habían salido del museo de Bellas Artes, resulta que anduvios por la calle Sierpes, entrado en la Casa del Libro, hasta compraron una guía de Praga para nuestro próximo viaje, y yo en las puertas de los establecimientos, absolutamente ensimismada no me había dado ni cuenta.
- Te empeñas en que tienes mala suerte Inma, debes analizar tu vida y abrir los ojos- aconsejaba Jesús.
- Lo sé, pero esa carencia la circunscribo al terreno estudiantil, y lo pienso asi por la experiencia, el día que sea diferente, mi manera de pensar también lo será- respondi.
- Sigo pensando que acabarás haciendo algo grande- sentenció Jesús.

Transcurrieron dos semanas en las que apenas estuve en casa, recuerdo el domingo pasado contemplando Sevilla desde el último piso de la Giralda, pensaba en cómo es posible que en una ciudad tan grande halla tan pocas personas importantes para cada uno, empiezas a contarlos con los dedos de las dos manos, al cabo del tiempo la otra ya no te hace falta para seguir enumerando...y no sabes por qué si son los del siempre, quizás es el tiempo...dicen que lo único malo del tiempo es que va matando a sus discípulos, quizás tenga algo de razón, también hace que nos mostremos, que nos conozcan, que enseñemos nuestros defectos, y aunque nos acepten, nos aceptemos...la desilusión es inevitable. Y es que analizando mi vida, como bien dijo mi profesor, me di cuenta que a medida que maduramos vamos aceptando, pero se acepta por la sencilla razón de que es más cómodo, es más fácil tomarlo todo a bien, que intentar cambiar a mejor o aguantar a que mejoren otros. Lo cierto es que me gustaba más cuando salia con mis amigos del barrio a tomar café los domingos tras la resaca y nos deciamos a la cara lo que no nos habia gustado uno del otro,una de la otra, y a lo mejor no lo compartiamos, no me gustaba que una fuera despegada u olvidadiza, o que no se mojasen en los problemas del grupo, o a ellos que yo hablara más de la cuenta, pero esa sinceridad nos hacia tan transparentes, que en los momentos dificiles permanecíamos al lado de quien lo necesitase, por mucho que hubiera ocurrido antes, entonces se iba sin ser llamados, pero esa es la amistad que como dice alvaro ya no existe, es esa fidelidad férrea de la adolescencia en la que yo he seguido creyendo, cuando aún no nos hemos manchado de vanidad y de orgullo, es la camada que muerde a quien se le acerca, porque cuando pasan unos años somos tan absurdamente diplomáticos que nos tomanos la amistad como otro flotador que nos asegura ser rescatados en un momento de peligro y nada más. No hay confidencias ni confianza, no hay café los domingos,el trabajo y el estudio nos absorbe, y se dice con demasiada frecuencia, ya nos veremos si....ya quedamos.
Pensé muchas cosas viendo desde alli a los giris ricachones bañándose en el hotel Doña Maria, prestando más atención a sus cubatas que al hito almohade que les hacia sombra, nunca mejor dicho. Que verdad es que la comodidad entorpece el entendimiento.
Y todo principio tiene un final, esta tarde mientras unia fichas en mi cabeza viendo La tabla de Flandes, sonó mi móvil tres veces, Goyi, opositora de cuarenta y tantos, madre, estudiante de primera, con cuatro convocatorias a las espaldas y con la que no sé por qué carpicho del destino nos hemos llamado tanto estos meses, me confirmaba su nuevo suspenso. Juan Antonio, mi querido y carismático becario de Historia Medieval me hacia reir a carcajadas con sus locuras en el exámen pues se presentó para hacer el paripé, y tan dulce como siempre seguia garantizándome un afortunado futuro a pesar de lo ocurrido, Maria Isabel me informaba de más aprobados en mi clase, de otros suspensos que jamás podría haber imaginado, de injusticias tan grandes, del papel tan evidente de la suerte, que hace replantearse la manera de enfrentarte a esto.
Miro a mi alrededor, imagino las sonrisas de los que salieron victoriosos y los duros meses que esperan a los que carecieron de ese privilegio, me uno a ambas partes pues jamás me sentiré una perdedora, aún no he movido mis fichas, el día que lo haga pues que todo cambie.
Ahora se cierra la caja de Pandora, se quedan atrás muchos sueños, muchos sentimientos y conversaciones, personas que entraron en mi vida este año repleto de sorpresas, lo importante es que existe un futuro, una familia más grande, un piso con el hombre de mis sueños, un viaje maravilloso, y las palabras y los gestos de personas que aún sin apenas habernos conocido han demostrado ser muy valiosos. Ahora no se mira hacia atrás,ni hay por qué aceptar lo que uno no quiere aceptar, hay que aprender a continuar caminando sabiendo los errores y los aciertos de las elecciones, sabiendo quienes son los que continuarán ahí o quienes lo harán de lejos aunque no sea lo que uno necesite, quizás yo sigo teniendo ese enorme defecto de seguir creyendo en los valores más férreos del amor, la amistad, el sacrificio, sintiéndome orgullosa de ello.
Esperanza a todos, un abrazo y feliz verano.


Inma Romero Geniz